Plegaria al Señor de la Justicia
Marcos Rivadeneira
Bríndame tu aliento oh! Divino
Muéstrame tu mirada justa
Que las culpas bullan en el baño
Y purgues el despeñadero de mi alma
Otórgame la inconsciencia
Otórgame la incordura
Despójame la impostura
Despójame la decencia
Concédeme oh! Justo
Sembríos de constancia
Concédeme oh! Justo
Desbordante pletórica vendimia
Que no cicatricen las huidas
Que no lamenten
Las carnes crudas
Otórgame la vehemencia
De la venganza
Si es justo que por ello muera
Concédeme las mareas azuladas
Del serrallo con permisivas damiselas
Provéeme de tu corazón cortaciano
Las páginas desleídas
Y las letras maduras
Dirige los juveniles vientos
Con musas de cuatro alas
Dirige oh! Justo las bengalas
Que alegren mis pobres pensamientos
Libérame Oráculo de la métrica
Libérame de la rima y la cordura
Libérame del lugar común
Ábreme las puertas del agua pura
De los demonios y las concubinas
De la cordura mal habida
Líbrame Señor de la Justicia
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